Para que comer rico en las fiestas no se convierta en un verdadero dolor de cabeza, les acercamos algunos consejos para que el comienzo de año no sea tan pesado:
1. No te saltees comidas. Es preferible que desayunes y meriendes más liviano para poder “negociar” en el almuerzo o cena. Para ello te recomendamos un buen yogurt descremado con cereales o leche y pan integral.
2. Los días o momentos previos a los festejos tratá de elegir alimentos livianos para evitar excesos. Entre ellos podes optar por frutas antes de la comida.
3. Optá por alimentos que tengan mucho volumen, pocas calorías y alto aporte de fibras, como verduras crudas, principalmente las de color verde; frutas, con control, prefiriendo las de mayor contenido de agua (cítricas, frutillas).
4. Usá la sal con moderación. Además, evitá excederte con los fiambres, embutidos, chacinados, pescados envasados, quesos, aderezos y salsas comerciales, alimentos en conserva (aceitunas, pickles, salsas), alimentos de copetín (palitos fritos, papas fritas, maníes, etc.), que son muy altos en sal y muchos, además, en grasas.
5. Elegí carnes magras. Cociná el pollo sin piel y eliminá la grasa visible de las carnes rojas. Podes cambiar la carne por el pescado.
6. Optá siempre por cereales y panes integrales.
7. Cuidá las porciones, no es necesario llenar el plato de comida. Trata de servirte porciones mas pequeñas para asi, poder comer pausado.